En su constante búsqueda por mejorar la experiencia educativa de nuestros estudiantes, el Colegio Hispano Británico inicia su año académico 2024 con un proyecto de optimización de carga horaria escolar. Esta iniciativa, cuidadosamente diseñada, busca promover un equilibrio saludable entre el trabajo académico riguroso y el bienestar integral de quienes iniciarán sus clases el próximo 04 de marzo.
La educación del siglo XXI no solo se trata de acumular conocimientos, sino también de cultivar un entorno donde los estudiantes puedan desarrollarse en todos los aspectos de sus vidas.
Lavy (2015), señala que la calidad del tiempo dedicado al aprendizaje es más crucial que la cantidad de tiempo en sí, por esta razón, la propuesta de optimizar la jornada escolar en el Colegio Hispano Británico no sólo responde a un imperativo pedagógico, sino también a una necesidad de adaptación a las realidades y demandas contemporáneas del estudiantado. Además, es esencial considerar que la reestructuración de la jornada escolar puede tener implicaciones positivas no solo en el ámbito académico, sino también en el desarrollo integral y bienestar de los estudiantes (Durlak, Weissberg, Dymnicki, Taylor, & Schellinger, 2011). Por lo tanto, se han estructurado los siguientes objetivos en función a este enfoque educativo:
- Mejorar la calidad y eficiencia del tiempo en el aula.
- Facilitar un mejor equilibrio entre vida académica y personal.
- Potenciar las actividades extraescolares y la profundización académica en la tarde.
- Promover un aprendizaje más autónomo y personalizado.
Reconociendo esta necesidad, nuestra institución ha optado por una reorganización que aborda varios elementos clave:
Maximizar el rendimiento cognitivo considerando la optimización del Ciclo Circadiano: La reestructuración de horarios toma en cuenta el ritmo circadiano natural de los adolescentes. Investigaciones sugieren que los adolescentes tienen un retraso en sus ritmos circadianos, lo que significa que son más alertas más tarde en el día y tienen dificultad para levantarse temprano (Carskadon, 2011). Al condensar la jornada académica, se aprovechan las horas de máxima capacidad cognitiva de los estudiantes.
Desarrollo integral del estudiante a través de:
- Estímulo de habilidades socioemocionales: Las actividades extraescolares fomentan habilidades como el trabajo en equipo, la empatía, y la resiliencia (Durlak et al., 2011). Estas habilidades son esenciales para la vida fuera del ámbito académico y se relacionan con un mayor bienestar a largo plazo.
- Diversificación de talentos: Al ofrecer una variedad de actividades extraescolares, los estudiantes tienen la oportunidad de descubrir y cultivar talentos y pasiones fuera del currículo tradicional.
Promoción del Aprendizaje Autónomo:
- Mayor responsabilidad y protagonismo: Las metodologías como el Aprendizaje Basado en Proyectos o Flipped Classroom otorgan a los estudiantes un mayor control sobre su proceso de aprendizaje, lo que fomenta la responsabilidad y autonomía (Bergmann & Sams, 2012).
- Aprendizaje personalizado: Al permitir la profundización académica en la tarde, los estudiantes pueden dirigir su aprendizaje hacia áreas de interés personal o necesidad, lo que resulta en una experiencia más significativa y retentiva (Pane et al., 2015).
Reducción del estrés y mejora del bienestar:
- Equilibrio vida escolar-familiar: Al terminar la jornada académica a las 14:45, los estudiantes tienen más tiempo para actividades recreativas, descanso, y convivencia familiar, factores esenciales para la salud mental (Reiss et al., 2019).
- Optimización del tiempo: Al condensar las clases, se reduce el tiempo muerto entre clases, aumentando la eficiencia y permitiendo a los estudiantes un mayor descanso.
Desarrollo Profesional Docente:
- Formación continua: Las tardes se pueden utilizar para capacitaciones y talleres, asegurando que los docentes estén al día con las mejores prácticas y metodologías (Darling-Hammond et al., 2017).
- Mayor preparación y coordinación: Al tener más tiempo en la tarde, los docentes pueden coordinar y planificar de manera más efectiva, lo que se evidencia en clases mejor estructuradas y más beneficiosas para los estudiantes.
El Colegio Hispano Británico no se encuentra afecto a la Jornada Escolar Completa (JEC), vigente desde el año 1997, debido a dos razones:
- Al ser una institución privada no se reciben aportes del Estado por materia de subvenciones.
- Han pasado 27 años desde la implementación del JEC, en este tiempo, las necesidades educativas e intereses de los estudiantes y el contexto social ha cambiado, así como la oferta académica en educación superior.
Esto nos permite organizar la jornada escolar respetando la cantidad de horas mínimas, dependiendo de los intereses de nuestros estudiantes y objetivos del Proyecto Educativo Institucional.
Esta decisión es la adecuada para el panorama actual de la educación en Chile, ya que ésta ha sido objeto de atención y debate durante las últimas décadas, con reformas que buscan mejorar la calidad y equidad del sistema (Bellei, 2009). Tradicionalmente, los horarios escolares han estado estructurados en torno a largas jornadas que, en muchos casos, pueden resultar contraproducentes para el aprendizaje y bienestar de los estudiantes (Basch, 2011); es por ello que este enfoque educativo Hispano Británico considera:
- Horario flexible que permita una distribución equitativa del tiempo entre actividades académicas, recreativas y de descanso.
- Sesiones más cortas, pero más eficientes, lo que se logra reduciendo la duración de las clases para mantener la atención y la concentración de los estudiantes en niveles óptimos. La jornada escolar 2024 estará compuesta de 4 bloques de 90 minutos de clases separados por 3 recreos de 15 minutos cada uno, lo que genera un gran bienestar emocional, los estudiantes tienden a estar activos y de buen humor durante toda la clase, repercutiendo de manera positiva en su rendimiento académico.
- Enfoque en el autocuidado, integrando actividades de autocuidado y mindfulness en la rutina diaria, brindando a los estudiantes herramientas para gestionar el estrés y mantener un equilibrio emocional.
Esta reestructuración no solo beneficia a nuestros estudiantes, sino que también impacta positivamente a nuestros profesores, padres, madres y apoderados, al crear un entorno escolar más equilibrado, centrado en la excelencia académica, fortalecemos nuestra comunidad educativa en su conjunto, fomentando una colaboración más estrecha y un compromiso compartido con el bienestar, sana convivencia y el desarrollo personal.
En el Colegio Hispano Británico, estamos comprometidos con el éxito de nuestra comunidad. Esta reestructuración de la jornada escolar refleja nuestro compromiso de ofrecer una educación de calidad que nutra no sólo la mente, sino también el cuerpo y el espíritu, para que nuestros estudiantes construyan lo que son capaces de ser.